jueves, 15 de noviembre de 2012

50 Sombras de Grey




50 Sombras de Grey



Iluminando 50 Shades of Grey




Al terminar la lectura de esta trilogía no puedo evitar cuestionarme el hecho de que el éxito de las 50 sombras no se basa en el aspecto sexual. Si bien es cierto que es su componente principal y él que despierta el interés por su lectura, definitivamente no es éste por sí mismo el acreedor de su fama. Y en cuanto al tema del sexo del que ya tanto se ha dicho no pretendo enfadar innecesariamente. Tan sólo advertir al posible lector que no espere encontrar el manual que las campañas mediáticas se han cansado de vender (Aún que sí, algunas ideas interesantes) Y se prepare más para un wish list de todas las enormes posibilidades que el mundo consumista en que vivimos ofrece a unos cuantos elegidos empresarios multimillonarios como Christian Grey.

Dicho lo anterior debo advertir que 50 shades no se entiende por separado, es recomendable aguantar las descripciones exageradas y repetitivas sobre los placeres que experimenta Anastasia y terminar la trilogía completa. Pues muchos elementos más entran en juego y voy a intentar traer algo de luz a las tan nombradas sombras que ocultan el éxito de estos libros.

Para esto me di a la divertida tarea de contar 50 elementos que se desarrollan en la trilogía, pues durante la historia nunca se menciona, de manera clara, por qué la elección de ese número en particular. Estos elementos engloban un retrato sociológico a nivel aspiracional de la sociedad moderna, aunado a los males que como humanidad estamos enfrentando, hablando en primera persona a un público atento y embelezado por un retrato familiar.
Y me parece divertido imaginar que estos son los responsables del éxito de la historia, desde luego están ocultos bajo las sombras de los ojos grises de Grey. Pero antes de dejarlos al descubierto quiero hablar un poco sobre los libros en sí.

Para empezar en esta trilogía encontramos lo que se podría llamar una fórmula para escribir un best seller. Algo que le habla a la gente en un momento determinado, lo que me hace tener serias dudas sobre sí en 50 años o más siga atrapando lectores de la manera que lo hace hoy. La razón es simple; está centrada en elementos cotidianos, concentra mucha energía en retratar un entorno típico de estos tiempos y eso es precisamente lo en lo que recae todo su éxito.

El hacer mención a las marcas populares, no sólo de té, sino de supermercados, ropa, electrónicos, etc., etc. Hace el catálogo fácil de imaginar o conseguir. La autora se encarga de describirnos con demasiado interés; no sólo en ambiente en que transcurre la trama, sino el estilo de vida consumista en que estamos inmersos en esta década. Y esta es la razón principal  para atrapar a tantos lectores, pues fácilmente se identifican con el entorno y se sitúan en las escenas descritas.

Por lo tanto la trilogía esta escrita de una manera fría y calculada, con la intención premeditada de despertar el interés del lector de está época. Lo que me hace pensar que la autora, que como todos sabemos trabajó en televisión, tenía en mente el guión cinematográfico al momento de escribir la historia. Eso explicaría por ejemplo; la musicalización precisa por escenas (Aún que ella se podrá excusar en su método de escritura. ) Y el hecho de que una mujer británica sitúe su historia en el país de las grandes productoras de cine; con las escenas prácticamente señaladas en el google maps.

Y en cuanto a la escritura en sí. Los tres libros tienen un estilo muy diferente uno de otro, su narrativa es diferente. Lo que me demuestra por un lado la audacia de la autora para demostrar que puede jugar con los estilos literarios. Y por otro la inexperiencia y falta de estilo propio.
Es además muy evidente el esfuerzo que hizo por parecer conocedora e instruida en los diferentes aspectos que maneja durante la trama, y por favor, no me refiero a lo sexual; sino al esfuerzo para caracterizar a cada uno de sus personajes.

Así pues el primer libro por sí mismo, es de un desarrollo lento; repetitivo e incluso tedioso. El desarrollo de los personajes fluye de manera simple y sin demasiado encanto. En el caso de Christian Grey deja demasiada información oculta y eso en el primer tomo es un arma de doble filo. Pues sí bien la autora lo hace con la intensión de crear expectativa e interés. En realidad al principio, parece sólo un personaje inacabado que no muestra una clara justificación para sus arrebatos. Queda además poco evidente el alcance de sus perversiones y todo parece reducirse a amenazas (o promesas) depende del punto de vista en que se mire.

Por lo tanto no es convincente, ver un personaje descrito como controlador dominante, cruzar tantos límites personales de una manera tan rápida y sin tantas consecuencias. Es raro ver a un hombre presentado como frío, en algún sentido abusivo y verlo actuar de manera considerada, rodeado por tantas costumbres delicadas y de buen gusto.

Y aquí entra la pregunta obligada; cómo es que un personaje así haya cautivado a tantas mujeres al rededor del mundo. Esto tiene desde luego una explicación; encontramos en él una fórmula mágica a la que difícilmente puede resistirse una mujer. ‘‘Un hombre trastornado, por la razón que sea, al que puede hacer cambiar el amor de una mujer’’. Si ha esto aunamos muchas de las cualidades con que se describe; tenemos como resultado, y por fortuna, un personaje que alcanza a desarrollarse a lo largo de los tres libros.

El caso de Anastasia Steel, no es tan afortunado en mi opinión. Retratar a una mujer joven; inocente, algo torpe, con cierto grado de educación y amor propio (y digo cierto, porque se pone en duda en varias ocasiones durante el desarrollo de la trama) y someterla a un mundo tan opuesto y desafiante es algo interesante. Sin embargo, su evolución durante la historia me parece demasiado ambivalente y sin razón de peso.
Puede que el lector masculino encuentre atractiva a una mujer así. Y en ese sentido una mujer tan ambigua hace fácil que cualquiera se ponga en sus zapatos
Sin embargo para una mujer con algo más que telenovelas en la cabeza; llega a ser molesta y fastidiosa hasta llegado el tomo tres. En el que la autora nos deja descansar, del recurso ya muy gastado para entonces, de sus introspecciones llamada Diosa interior. (Y me pregunto si Christian Grey era el único que necesitaba terapia).Y a partir de allí la presenta más como un personaje observador, que como uno activo.

Y de esta manera entre sexo en todos los rincones disponibles del libro, cada vez con menos ingenio, tanto así que la autora llega a obviarlo en sus detalles entrado el tomo tres, transcurre una historia de amor conflictivo digno de una estrella de rock en el que además se desarrollan los elementos que ahora sí me dispongo a enlistar. Y gracias a los cuáles la trilogía va un poco más allá de un simple guión cinematográfico para película porno y avanza a la tan esperada y a todas luces futura película taquillera. Razón por la que sostengo; La película, a pesar de no existir aún, tiene muchas más posibilidades de trascender en el tiempo.

Estas serían pues las 50 sombras “iluminadas”

  • Hombre atractivo
  • Mujer inexperta
  • Juventud
  • Sexo explícito
  • Traumas de la infancia
  • Familia distante (que al no intervenir, permite toda la historia)
  • Trabajo de medio tiempo (que deja la puerta abierta a posibilidades)
  • Amigo enamorado, no correspondido
  • Posibilidades de cambiar a alguien
  • Experto en sexo
  • Juguetes sexuales
  • Lo prohibido
  • BDSM
  • Dinero
  • Cuarto rojo
  • Ropa de diseñador
  • Coches lujosos
  • Vinos caros
  • Play list musical
  • Helicóptero
  • Los olores
  • Yate
  • Jet privado
  • Joyas
  • Lencería fina
  • Macbook pro
  • Blackberry
  • AMEX
  • iPod
  • Salón de belleza
  • Drogas
  • Una ruptura
  • El poder
  • Castigo
  • Diosa interior
  • Una ex que pone todo en aparente estado de peligro
  • El malo obsesionado con el pasado
  • Aparente interés en la literatura
  • Fantasías que se hacen realidad
  • Obsesión con la comida
  • Psicólogo
  • Una loca dispuesta a poner todo en riesgo
  • Divorcio
  • Adopción
  • Graduación
  • Accidente
  • Boda
  • Secuestro
  • Embarazo inesperado
  • Final feliz

A mi lista le pueden faltar, o sobrar elementos dependiendo del punto de vista y no siguen ningún orden establecido.
Pero no me malentiendan, disfruté la compañía del Señor Grey. Sólo que no de la manera que tiendas como Amazon quieren hacernos creer.








E. L. James

E.L. James ha desempeñado cargos ejecutivos en televisión. Está casada, tiene dos hijos y vive en Londres. De niña, soñaba con escribir historias que cautivarían a los lectores, pero postergó sus sueños para dedicarse a su familia y a su carrera. Finalmente reunió el coraje para escribir su primera novela Cincuenta sombras de Grey.